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Diez minutos al día es lo
que necesita su Shih-tzû, para tenerlo siempre impecable. El cepillado diario evitará
los nudos y le proporcionará al cabello más brillo, estimulando el flujo del aceite
sobre su piel. Normalmente el pelo que crece en la parte superior de la cabeza se recoge
en forma de moño, o coleta, para que no le moleste ni le entorpezca la visión. Para
hacer el moño recoja primero los pelos más cortos alrededor del hocico y los ojos y
átelos con una goma pequeña, luego tome más pelo y añádala al moño ya existente. Al
principio el perro se sentirá extraño e intentará quitarse el moño, pero luego, si no
está demasiado tirante, se acostumbrará. Estos perros tienen unos ojos muy delicados que
hay que vigilar a diario, y deben lavarse de vez en cuando con un poco de manzanilla. Hay
que vigilar también las almohadillas de los pies, pues, a veces el pelo se enmaraña, y
puede alojarse arenilla causando molestias al animal. No se les debe bañar más de una
vez al mes, a no ser que haya una emergencia. Los baños demasiado frecuentes eliminan los
aceites beneficiosos de su pelo, llegando a perjudicarle. Procure bañar al cachorro antes
de los seis meses, y si es muy necesario, puede hacerlo con un lavado en seco. La
temperatura del agua debe estar en unos 38º C. El champú o jabón debe ser especial para
perros, ya que no tiene las mismas características que los humanos. El jabón se suele
aplicar de la cola hacia adelante, y la cabeza debe de permanecer seca hasta el final del
baño, para que el perro no se sacuda enérgicamente. Debe proteger sus ojos y orejas del
jabón y el aclarado debe de ser abundante. Luego debe secarse concienzudamente, y puede
utilizar un secador de pelo para los últimos retoques. De vez en cuando han de
controlarse los pelos muertos que se meten en sus orejas, para ello, es mejor que lo haga
el veterinario. Además, habrá que cortarle el pelo de vez en cuando para que tenga
vitalidad. Además habrá que cortar las uñas ( con unas tijeras especiales ), el pelo
que crece entre ellas y el pelo de las patas con la forma típica redondeada. Por su larga
pelambrera han de evitarse los largos paseos por la ciudad, sin embargo podemos llevarlos
a un lugar apartado donde halla césped, ya que esto les encanta. Si no se ve capaz de
cuidar del pelo de su Shih-tzû, es mejor que valla a una peluquería y se lo deje corto. Si desea presentar su perro a exposiciones, deberá ser bañado cada 5 ó 7 días. Se deberá escoger un champú enriquecido con sustancias grasas. Después de lavarlo con el champú se la aplicará algún producto que evite la formación de nudos y favorezca el vigor del pelo. Después del aclarado se mezclan en una botella de un litro dos cucharadas de loción por una de aceite ( de jojoba, sésamo o visón ), se llena de agua tibia y se agita. Luego esta mezcla se le hecha al perro sin aclarar. Se puede secar con secador, pero sin calor excesivo, ya que lo dejaría reseco y áspero.
LO QUE SE DEBE HACER EL DÍA DE LA EXPOSICIÓN Lavar al perro. Después de aplicar la loción y dejarla unos minutos, seque a su perro con el secador para eliminar el exceso de agua. Luego haga que su perro se eche boca arriba y seque el vientre, seguido de las patas, cepillándolas a contrapelo. Pase luego a los costados, y valla peinando mechón por mechón. Si todo sale bien la capa de pelo deberá parecer lisa, pesada y lustrosa. Hágale un moño provisional y espere a llegar al recinto para los últimos retoques. Tendrá mucho tiempo, pues los Shih-tzû, son una de las últimas razas en aparecer. |
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